¡¡Hola!!
Este es mi ejercicio sobre la propuesta que hizo Jose Arístides acerca de la misteriosa ciudad de Isur.
Un abrazo. Toñi
*** *** ***
Si algo hace a Isur diferente de otras ciudades es que en lugar de aire tiene pájaros, bellas aves de llamativos colores que hace mucho tiempo llegaron a la ciudad y se instalaron en ella. Dicen que vienen del sur, de las tierras cálidas, donde el calentamiento global ha hecho imposible su estancia. Pero Isur es una ciudad de clima templado y agradables noches. Por eso los pájaros la han hecho su hogar.
Las plumas que se desprenden de sus alas cubren plenamente las calles, las habitaciones están llenas de pájaros pues entran en las casas con total libertad, sabedores de que los habitantes de Isur no pueden tener el propósito de atraparlos en jaulas ¿para qué intentarlo? Toda la ciudad es una enorme pajarera.
El único inconveniente son sus excrementos, que cubren prácticamente el suelo y las escaleras de algunas viviendas, sobre cuyos peldaños se posan favoreciendo que algún despistado resbale en ellos. Pero si hay alguien decididamente encantado con los pájaros es la comunidad gatuna de Isur. Desde la mañana los gatos los persiguen, dando grandes saltos y estirando las patas cuando éstos emprenden un atrevido vuelo rasante; encima de los tejados se agazapan los felinos, siempre atentos a un descuido de los más jóvenes o al aleteo de algún pájaro debilitado por la edad.
Si los ciudadanos pueden andar por la ciudad sin observar sus bellos colores, no lo sabemos. Pero estamos seguros de que están encantados de que los pájaros hayan eligido a Isur como su patria; para escuchar su canto, les conviene permanecer quietos y tendidos en algún rincón fresco, cerca de una fuente o de un árbol muy frondoso y contener la respiración, pues los pájaros de Isur cantan sólo cuando el silencio es absoluto.
Las plumas que se desprenden de sus alas cubren plenamente las calles, las habitaciones están llenas de pájaros pues entran en las casas con total libertad, sabedores de que los habitantes de Isur no pueden tener el propósito de atraparlos en jaulas ¿para qué intentarlo? Toda la ciudad es una enorme pajarera.
El único inconveniente son sus excrementos, que cubren prácticamente el suelo y las escaleras de algunas viviendas, sobre cuyos peldaños se posan favoreciendo que algún despistado resbale en ellos. Pero si hay alguien decididamente encantado con los pájaros es la comunidad gatuna de Isur. Desde la mañana los gatos los persiguen, dando grandes saltos y estirando las patas cuando éstos emprenden un atrevido vuelo rasante; encima de los tejados se agazapan los felinos, siempre atentos a un descuido de los más jóvenes o al aleteo de algún pájaro debilitado por la edad.
Si los ciudadanos pueden andar por la ciudad sin observar sus bellos colores, no lo sabemos. Pero estamos seguros de que están encantados de que los pájaros hayan eligido a Isur como su patria; para escuchar su canto, les conviene permanecer quietos y tendidos en algún rincón fresco, cerca de una fuente o de un árbol muy frondoso y contener la respiración, pues los pájaros de Isur cantan sólo cuando el silencio es absoluto.
Hay quien dice que los pájaros se marcharán de Isur cuando los hombres se vuelvan malvados e intenten capturarlos, y no queda sino creerlo. Los lugares están siempre animados bajo los cambiantes colores de sus plumas y el constante sonido del batir de sus alas .
De noche, fijando el oído al suelo, se oye su suave gorgeo como si fuera el tímido latido de la tierra.
6 comentarios :
Muy "naif" como la foto. No sé si centrarme en los pajarillos revoloteando por todas partes o mirar donde piso para no esclafarme...menos mal que hay gatos...
Diana
Se refleja tanta ternura, no puedes negar tu amor por los animales. Un beso. Pepi
Bueno, Pepí, sí, amor por los animales, sobre todo por los gatos, que a base de cazar pájaros se están poniendo más que morados.
>^..^< Jejejeje...
Sinceramente, esa ciudad sería agobiante. Tanto pajarraco piando a lo bestia y soltando sus "residuos" tóxicos por todas partes. En este caso, y sin que sirva de precedente (jejeje), doy mi apoyo a los gatos.
Besos.
Nieves.
Creo que voy a mandar a mi gato allí, se lo pasaría bien con tanto pájaro, un beso Alicia.
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