El viaje me había encantado, pude ver perplejo, como el pavo real extendía su cola maravillosa. Pavoneándose, al compás del viento.
Aunque a ratos se hizo interminable.
Recuerdo la subida de la montaña, cuando conseguida la cima, me derrumbé al límite de mis fuerzas, sudando desde la punta de los pies, hasta el pelo.
Me asustó mucho el zumbido de las abejas. Un hermoso lago me salvó. Corrí a él, aún así, con evidente asco, saqué una de mi boca.
El sol era muy fuerte, estaba quemado. El sólo roce del aíre me lastimaba y el tejido de mí camisa, me hacía rabiar.
De pronto, me sentí un diáspora.
5 comentarios :
Es curioso cómo las mismas palabras crean diferentes ejercicios en cada uno. Tú te has inspirado en un viaje, aunque la palabra diáspora cuesta encajarla ¿verdad?
Feliz navidad, Alicia.
Un beso :-)
Si que cuesta.
Y como cada uno,a Dios gracias, somos diferentes, las mismas cosas son distintas para cada cual.
Feliz Navidad también, para tí y los tuyos.
Un besico.
Alicia.
En la variedad está el gusto y es lo bueno que tiene esto de escribir o leer.
Feliz Navidad.
Besos
Así es sin más, Edurne.
¡Feliz Navidad!
Besicos.
Alicia.
Es lo bueno que tienen estos ejercicios rápidos, Dan mucho desí y siempre pasamos un buen rato.
Me gusta tu ejercicio, Alicia, aunque como dice Toñi la palabra diáspora cuesta colocarla porque su uso no es demasiado habitual.
Besos.
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