Estas fotografías las tomé en Benidorm y, como veis, parecen una réplica del puente Milvio de Roma, donde la tradición consiste en enganchar un candado, en el que los enamorados escriben sus iniciales, a las farolas del puente para después tirar la llave al río Tévere.
Leyendo los nombres de las parejas, las fechas y muchas veces, el estado de los candados, me inspiró la pregunta: ¿qué habrá sido de ellos? ¿cómo sería su historia de amor? Muchas parecen de amistad: Jessy, Natalia y Raquel, por ejemplo. Y otras como Begoña y Bea, o Chloe y Mark ... ¿amigos? ¿amantes? ¿quienes fueron?
Pues ahí os dejo la propuesta: historias de amor (o desamor) inspiradas en los candados. Mejor en formato de microrelato. Mejor dos que una. O tantas como candados ...
El verano es largo. Así que mejor pasarlo pensando en el amor ... ¡venga, a escribir!
Un abrazo. Toñi
13 comentarios :
Sugerente propuesta. Tanto la de escribir como la de pensar en el amor. Bueno, solo pensar tampoco. Como decía aquel, "Ámense"
Una idea muy creativa, Toñi. Me gusta mucho. A ver qué sale.
Un beso.
¿Encadenarse al amor? Que hermoso y dramático, pero escribamos que aún queda verano-
Pues mira una historia de amor a estas alturas no está mal, aunque sea pequeñita.
Podría ser la historia del pez que se tragó la llave que la pareja arrojó, muy abrazaditos, desde el puente al mar y que más tarde un pescador, ya mayor, lo pescó y cuando iba a limpiarlo se dio cuenta que el pez llevaba entre sus tripas una llave, y que, precisamente, aquella era la llave (tenía una señal identificativa) del maldito candado que él había perdido meses atrás y que cerraba la puerta del pequeño almacén, propiedad de la familia, que tenía en propiedad muy cerca de la playa y que su joven y hermosa mujer aseguró no haber visitado en años, pues ella sólo iba a la playa a darse un inocente bañito cuando el pescador estaba faenando durante días en alta mar... Sienjjjque claro, el guiri estaba muy bueno, jajaja, EA.
Un beso
Nieves
he puesto propiedad dos veces casi seguidas, ea, por si no había quedado claro, jajaja.
Nieves ¿seguro que no tomas demasiado el sol? ja,ja.
No, Pepi, más bien tomo demasiado la sombra. Debo mirarme eso a ver qué pasa, jajajja. Besos.
Por cierto, ¿por qué no podría ser esa historia?, el pobre pez lo pasó fatal cuando casi se atraganta con la llave, hay que estar en tó...
Hola!!
Pues nada, Nieves, la historia está bien, haz una entrada con ella.
Yo ya tengo una ... y las que voy pensando, aunque son microrrelatos (no da la materia gris para más)
Bueno, venga, ir publicando ¿vale?
Besos ...
Mi historia ya está colgada, Toñi, pero en los comentarios. Me salió de una y ahí está tan tranquilica, sin molestar. ¿Nadie entiende a ese pobre pez?
Besos
Que sí Nieves, yo entiendo al pez y a la esposa, que es que después de tantos años el olor a pescado impregnaba la piel ajada de su ya avejentado marido, mientras que el jovencito guiri seguro que olía a recién duchado y colonia fresquita.
Ea, voy a ver si me animo y también escribo uno, que me has motivado.
Un abrazo para todas
Gracia
La idea es muy buena, Toñi, pero como bien dices la poca materia gris que tengo está derretida por el calor y la desidia. Pero prometo intentarlo, de verdad.
Gracia
Jo, Gracia, lo has pillao de una, qué comprensiva eres, jajaja.
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