lunes, 15 de agosto de 2011

Ejercicio Candados Playeros. Teresa.

Llegó a la playa solo, un caluroso día de agosto.  Esa misma tarde compró el candado en una tienda de chinos del paseo marítimo. Luego se pasó un rato sentado en las escaleras hasta que le vino la inspiración, y escribió la frase en la superficie metálica del candado con letra primorosa: “Para mi amor, el regalo más bonito que me ha hecho la vida” después, permitiéndose un alarde romántico hizo un corazoncillo gordo, robusto, negro.  Escogió un sitio discreto, y enganchó su candado junto a los cientos que bordeaban la escalera como una puntilla metálica. Por la noche  lanzó la llave al mar después de saltar siete olas, encontrar siete conchas blancas y cruzarse con siete señores bisojos.  

A ella tardó dos días en encontrarla. Se quitaba la arena de las sandalias en uno de los bancos del paseo marítimo, y mientras lo hacía se le habían desparramado las cosas de la mochila por el suelo. Tenía la cara colorada por el sol y el aspecto un tanto salvaje que otorga el mar;  una chica corriente, después de todo,  pero nada más verla supo que sería ella. Llevaba un turbante rosa retirándole el pelo de la cara, un turbante con un enorme y casi ridículo lazo rosa. La pitonisa le dijo que hiciese caso de las señales, y él al verla lo primero que había pensado es que aquella chica parecía un regalo, que podría ser el regalo más bonito que le iba a brindar la vida. Se acercó a ella y le ofreció su ayuda. El destino de los dos ya estaba encadenado.

6 comentarios :

Diente de león タンポポ dijo...

Muy chulo, Teresa. Un cuento de amor al revés, original y fresco.

Un beso. Toñi

Anónimo dijo...

Me gusta mucho Teresa.
Un besito.
Alicia.

Anónimo dijo...

Me gusta lo de que sea un tío quien va en busca del amor y hasta haga caso a una pitonisa. Aparte de que está muy bien escrito.
Un abrazo
Gracia

Unknown dijo...

Gracias, amigas.
Un beso.

p dijo...

Es muy original la forma de ver el amor y escrito como siempre lo haces impecable. Besos. Pepi.

Anónimo dijo...

que bonito,