"Dedicado a aquellas personas que luchan para que más allá del hombre o la mujer, existan los seres humanos”.
EL ALMA por PEPI GONZÁLEZ
Mujer acostumbrada a vivir sin alma, eso decían ayer, ni tú, ni las de tu estirpe. Eva o Lilith ¿Qué más da? Agazapados el cuerpo y la razón tras los visillos deshilachados de tus enaguas. Te adiestraron para crecer allí, pero a poco que se descuiden hasta aprenderás a hablar.
Será que regresa a ti si lo reclamas, el vigor de tus hermanas de la Piedra, mansos matriarcados arropados con pieles a la luz de la hoguera, nigromantes, hechiceras que sanan y ven más allá del principio, cuando en la tierra el vientre y la semilla caminaban a la par.
Desde entonces te paseas por el orbe, te disfrazas con mil caras, pero todas son la misma. Así lo dicen sus senos. Y llega Lisístrata sin sexo, arengando a las esposas de Atenas, hasta conseguir que desarmados y tiernos regresen los hombres a sus regazos.
Hipatia coronando el ágora sin recelo, descifrando los astros, el cálculo y el entendimiento. Hembra sangrante cada mes, pero nunca impura, acaudillando la verdad que despojada de toda discordia alimenta el saber.
Egeria, primera viajera poniendo distancia entre celo de hombre y ambición, se engalana con su peregrinar.
Y cabalgas presurosa por el tiempo, se deshacen las épocas y tú continúas allí, mujer, siempre mujer, sin renunciar a tu rango.
Llega Juana con sus tropas; Juana Inés reclamando al claustro su soledad, para beberse la mudez de sus libros; Hélen Kéller, desterrando la ceguera de los que no quieren ver; Curie devorando enseñanzas en la clandestinidad pretenciosa, antes de desgranar la ciencia y obsequiarla a los que han de nacer; Campoamor soñando el voto. Teresa siempre; Rigoberta extendiendo bálsamo a los derechos quebrados.
Eres todas y solo una, hijas de la misma entraña, porque si un pecho rezuma leche y amor, sus caricias saben igual.
Y hoy, ahora susurras a gritos.
-¡Sombras, sois solo sombras, bajo la cárcel negra del chador, del golpe o la mentira!.
Y quisieras dormirte en barbecho, cuando el amo sin rostro alza la mano a tu hermana y si se cansa de oírla, la convierte en victima sin número del rencor.
Pero despiertas de nuevo mujer, siempre despiertas, le rebanas horas a la vida y te alimentas con ellas, porque sabes que en el fondo siempre te quedará, el alma que te negaron, para continuar.
9 comentarios :
¡Qué bonito Pepi! alguna vez te pediré que me lo cedas para un uso más trascendental, para leer en algún acto o publicar, en fin, una joyita.
Diana
Diana el relato está a tu disposición, ojala que a alguien le despertase "algo" por dentro. Gracias amiga. Pepi.
Muy reivindicativo y apropiado para estas fechas.
Como siempre un vocabulario exquisito.
Muy bien escrito, deescribes la historia de la mujer de foma hermosa y como dice Teresa, reivindicativo,
QUE LA DE ANTES ERA YO, ALICIA.
Totalmente apropiado para el día de la mujer, reivindicativo y con muchos matices.
Un beso. toñi
Me ha encantado, muy bonito y muy bien escrito.
Un abrazo Ana
Me dejaste impresionada con semejante repaso a todas esas mujeres, algunas de carne y hueso, otras nacidas de la imaginación para dejar también su grano de arena en esta larga cadena. Hay algo de cada una de esas mujeres en todas nosotras.
Un bonito homenaje que nos recuerda nuestro compromiso con las mujeres que vienen por detrás.
Un beso Pepi, y creo que deberías "enfadarte" más a menudo, porque te salen textos muy chulos.
¡Cuanto os quiero a todas! mis amigas, mis mujeres, mis hermanas...
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