lunes, 2 de noviembre de 2009

LA CAMA, OBJETO COTIDIANO

Tan vieja como el tiempo,
tan joven como un recién nacido,
reposo de tristezas,
refugio de alegrías,
pones vuelos a mí cerebro gris.
Entre sábanas
curan mejor las penas,
del amor; ¡ya ni hablar!
Pasiones encendidas,
como soles ardientes
guardas en ;
traiciones se han fraguado
por tus mantas,
callada testigo eres.
Vieja arma de trabajo,
el ayer, el hoy, el mañana,
(tal vez si lo hubiera)
vuelvan a tu cobijo.
Soberana de las noches
y, ¿tal vez de los días?
tantos deseos
reposan en tu almohada...
Mi cama: ese jergón de paja
miserable; tu cama:
mullidas plumas
entre bellos encajes.
Reinas son,
mudas cómplices
del nacer y el morir.
¡Mejor callar la parca
y soñar con estrellas!
Y danzar y reír...
Y si llama, callada, sigilosa,
suerte quizás será,
abandonar mis huesos,
pálidos y cansados
de vagar por la tierra,
en la cama caliente,
acogedora,
mientras huyen los sueños
al azul.

3 comentarios :

Anónimo dijo...

Quisiera poder modificar el "trabajo" tal y como la he escrito y no puedo, se queda todo recto como un palo. Le he dado a editar, la arreglo y vuelve a quedar así, en fin, si alguien sabe como hacerlo bien que, me lo diga. Gracias. Alicia.

Pepi dijo...

Me encanta Alicia, lo que dije en la reunión, el mio no lo pongo, porque a cada uno lo suyo y a los poetas como tú, toda mi admiración. Un besito. Pepi.

Teresa dijo...

Muy chulo, Alicia. Qué coincidencia que Jose María y tú os inspiráseis en el mismo objeto.
Besos.