Suelo cantar para cambiar
mis penas. Y las risas, los sueños,
las penas de otras gentes,
suben a mi garganta…
se convierten en perlas,
en suspiros, en aíre,
en bellas esperanzas,
o dolientes quejios.
Busco caminos, cielos,
saboreo entre notas,
el milagro: la música,
y me adentro en sus letras.
Vivo en ellas,
el alegre verano,
el sentido desgarro de un tango,
o una copla gitana.
Imborrable ilusión.
Y por breves minutos soy:
esa rosa caída del tango,
o la hermosa de mí copla de amor…
Cantar alboroza los sueños,
agarrada a sus notas,
surco los laberintos
del olvido y,
vuelan pensamientos ingratos,
derroche de emociones,
que se unen, al colorido
aplauso de una noche.
1 comentario :
Siempre tan cantora, querida Alicia, cantas incluso en los poemas...
Besos
Cristina
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