martes, 14 de septiembre de 2010

CUANDO CANTO

Suelo cantar para cambiar
mis penas. Y las risas, los sueños,
las penas de otras gentes,
suben a mi garganta…

se convierten en perlas,
en suspiros, en aíre,
en bellas esperanzas,
o dolientes quejios.

Busco caminos, cielos,
saboreo entre notas,
el milagro: la música,
y me adentro en sus letras.

Vivo en ellas,
el alegre verano,
el sentido desgarro de un tango,
o una copla gitana.

Imborrable ilusión.
Y por breves minutos soy:
esa rosa caída del tango,
o la hermosa de mí copla de amor…

Cantar alboroza los sueños,
agarrada a sus notas,
surco los laberintos
del olvido y,

vuelan pensamientos ingratos,
derroche de emociones,
que se unen, al colorido
aplauso de una noche.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Siempre tan cantora, querida Alicia, cantas incluso en los poemas...

Besos

Cristina