domingo, 9 de noviembre de 2008

Soneto

Sentí llegar tarde a la sesión de sonetos, pues es una forma poética que me gusta mucho. Por eso aprovecho para colgar el que escribí y que lo podáis leer:

Del barro, Dios, tu cuerpo ha modelado
consiguiendo una suave anatomía.
Yo exploro tu dulce geografía
al despertar, y estás siempre a mi lado.
El calor que tu carne me ha dejado,
cuando tu piel se funde con la mía,
me abrasa, pero al tiempo me confía
como fuego de amor enamorado.
Quedándome finalmente vencido,
al guión de tu ritmo me someto,
a tu exacta cintura me he ceñido.
Mi avaricia saturas por completo,
y en respuesta de un ser agradecido
te dedico este explícito soneto.

5 comentarios :

Diente de león タンポポ dijo...

¡Qué barbaridad! Ni Garcilaso.

Muy chulo, Jose María.

Teresa dijo...

Veo que el próximo libro va a tener que ser de poesía. ¡Menudo elenco de poetas estamos descubriendo!
Me ha gustado mucho, Jose María.

Anónimo dijo...

¡CLASICO Y BIEN HECHO! SALUDOS. ALICIA

Nieves dijo...

Está claro que lo clásico nunca muere. Ya se encargan algunos de vigilar el suero y la respiración asistida.
Está muy bien, José María, te ha salido clásico, como Dios manda.
Besos.

josé maría aguilar dijo...

Creo que si se trata de escribir un soneto mejor hacerlo clásico, que es como mejor suena.
Y me agrada que te guste.