Escucho una voz:
¡Cierra los ojos, salta!
¡Abre las manos!
¡Vuela!
Me sorprenden las resonancias,
el viento y sus rumores,
rozan suaves mi piel,
las plumas de algún ave.
Vuelo, vuelo…
No sé hacia donde,
con los ojos cerrados,
vuelo, vuelo…
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