Ignoras cómo vomitar ese día
en el que cumples treinta y dos.
Lo ignoras completamente.
Te encuentras en la edad de nadie,
de nada y de todo al fin.
Has ignorado abrazos
que apenas te han dado
hace ya algunas horas.
Te ha hecho daño pero no te engañas.
Hoy no es un día cualquiera,
nunca lo es el día de tu cumpleaños,
lo sabes, no sucede un día dos veces.
Únicamente hoy cumples treinta y dos.
Cae entonces la tarde,
es invierno y hace frío,
la tarde es corta en la ciudad.
Has ido a buscar un libro para un amigo
y ahora regresas a casa
subida por azar en autobús.
Te sientas rozando apenas el aire
y lentamente sucede el milagro.
En el centro mismo de tu silencio,
muy sola lo acaricias,
y agradeces, con el suave gesto
de tu sonrisa,
el amor por la vida.
Nada. Llega la noche ...
en el que cumples treinta y dos.
Lo ignoras completamente.
Te encuentras en la edad de nadie,
de nada y de todo al fin.
Has ignorado abrazos
que apenas te han dado
hace ya algunas horas.
Te ha hecho daño pero no te engañas.
Hoy no es un día cualquiera,
nunca lo es el día de tu cumpleaños,
lo sabes, no sucede un día dos veces.
Únicamente hoy cumples treinta y dos.
Cae entonces la tarde,
es invierno y hace frío,
la tarde es corta en la ciudad.
Has ido a buscar un libro para un amigo
y ahora regresas a casa
subida por azar en autobús.
Te sientas rozando apenas el aire
y lentamente sucede el milagro.
En el centro mismo de tu silencio,
muy sola lo acaricias,
y agradeces, con el suave gesto
de tu sonrisa,
el amor por la vida.
Nada. Llega la noche ...
3 comentarios :
Hola, Mercedes!!
Yo pienso igual: el día del cumpleaños es un día importante.
Me gusta mucho el final. Da un toque de esperanza a este poema que empezaba tan desolado...
Un beso.
Gracias, Toñi.
Un abrazo.
Mercedes
¡Felicidades! Es un gran día y no se repite. cumplir años emociona y desalienta, pero siempre te habla de vida. Un beso Alicia.
Me gusta el poema.
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