sábado, 11 de septiembre de 2021

RELATOS GANADORES DEL IX CERTAMEN DE MICRORRELATOS "SUCEDIÓ EN LA FERIA"

 PRIMER PREMIO

TÍTULO: RECETA DE FERIA POST-COVID

AUTORA: ARÁNZAZU HERNÁNDEZ GARCÍA

Ingredientes:

Un manojo de familiares de diferentes tamaños.

Un kilo de ganas de salir de casa. 

Medio vasito de gel.

Un paquete de mascarillas (mejor FFP2)

Salero al gusto. 

Pasos:

1. Se toma a todos los familiares y se echan a La Sartén. Previamente, se habrá equipado el recinto con un fondo de atracciones, puestos de artesanía y cerámica. 

2. Se le coloca a cada familiar su correspondiente mascarilla y se les rocía con un chorro generoso de gel hidroalcohólico. 

3. Se distribuyen los ingredientes de manera homogénea por el Paseo Ferial, tratando de mantener siempre la distancia de seguridad. 

Si pasados unos minutos se observa que los más tiernos se han quedado agarrados a la zona del carrusel, se recomienda remover con firmeza y desplazarlos, para evitar que los más maduros se nos quemen.

4. Al pasar por los Ejidos de la Feria, en la zona de las casetas, detener el cocinado, agregar unas copitas de vino de la tierra y llevar a ebullición. Un truco para calcular el tiempo y que quede en su punto, consiste en rezar un “Ave María” removiendo en dirección a la Capilla de la Virgen de los Llanos.

5. Una vez que ha evaporado todo el alcohol, se reunirán todos los ingredientes en el Pincho de la Feria, salteando al ritmo de la música hasta finalizar la cocción.  

6. Adornar con luces y guirnaldas. 

7. Servir en una fuente de cerámica local y… ¡a disfrutar!


SEGUNDO PREMIO

TÍTULO: LOS VISITANTES

AUTOR: RAÚL GARCÉS REDONDO

Les aseguro que es cierto. Vale, sí, tal vez me haya tomado algún vino. No digo que no. Pero les estoy contando la verdad. Me encontraba en una de las casetas dando buena cuenta de un bocadillo de guarra cuando de repente sentí una extraña "musiquita", como las notas aquellas de la película Encuentros en la Tercera Fase ¿La conocen? Y al momento, un potente haz de luz se derramó sobre mí. Elevé la cabeza y ahí estaba. Una enorme nave espacial repleta de "lucecitas" de todos los colores. No acerté a ver con claridad a sus tripulantes pero desde mi posición se adivinaban sus siluetas antropomorfas. Y entonces, el Miguelito del postre, abandonando mi mano, comenzó a ascender lentamente hasta perderse en el interior de aquel aparato. Eso fue lo que pasó. Sé que es difícil de creer, pero les repito que no sé nada del aterrizaje de un dulce sobre el cardado de una señora mientras disfrutaba de una de las atracciones de la Feria. 

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