
Un abrazo.
Club de Escritura la Biblioteca


Me enteré de que era adoptado pocos días antes de cumplir catorce años. Fue precisamente el motivo de la celebración del cumpleaños lo que se desencadenó todo. Era tarde, quizá pensasen que ya estaba dormido, pero los oí discutir. El problema era que mi padre tenía programado un viaje de trabajo que coincidía con la fecha de la fiesta. Ella le reprochó que escurriera el bulto una vez más en ese tipo de reuniones familiares. Poco a poco fueron subiendo el tono de la discusión, y entonces fue cuando ella soltó la bomba: le preguntó que si se comportaría igual si yo fuera realmente suyo. Después no pude escuchar nada más. Aquellas palabras se quedaron retumbando dentro de mi cerebro, golpeándose contra mí con una furia casi insoportable. Era una revelación tan grande, tan espantosa, tan increíble… y sin embargo no tuve dudas de que era cierta; de pronto cobraron sentido susurros, secretos a medias, disimulos. Pero, ¿cómo era posible entonces que nos pareciésemos tanto? Yo quería ser arquitecto, el mejor, como él, y él siempre lo decía: los Aranda haremos grandes cosas, lo llevamos en la sangre. ¿Y las semejanzas físicas entre los dos? ¿Me engañaban los espejos o era una delicadeza del azar el hecho de que ambos tuviésemos el mismo tono de pelo, la misma nariz larga, la cara angulosa…? ¿Cómo era posible? Mi padre era Dios, y yo también iba a serlo, algún día, porque lo llevábamos en la sangre, y porque no podía ser de otra manera. Los dos éramos como dos gotas de agua de la misma tormenta.
an inocente, que hasta una perra vieja y castrada como yo podía sentir la obligación de protegerla.


selección fijará mensualmente. Estas palabras pueden consultarse pinchando en este enlace, que será renovado todos los meses con las nuevas palabras de obligatoria inclusión.
drid y Serrano, 9, 28001 – Madrid, respectivamente.


Ayer se presentó a las 8 de la tarde en el Ateneo de Albacete la última novela de Rosa Villada: "El juego de Dios".
Del Club de Escritura estuvimos las miembras: Nieves, Teresa y yo (Toñi). La sala estaba llena de amigos y Rosa contó con la compañia de su hijo Sergio Bleda, ilustrador de la atractiva portada del libro y Juan Tomás. La exposición de Sergio, sobre aspectos personales de su madre, nos arrancó a todos la sonrisa (y la risa) pero sobre todo demostró, con pequeños ejemplos, algo que todos conocemos y disfrutamos: el buen carácter y la maravillosa forma de ser de Rosa.
A quien le deseamos mucho éxito en esta nueva aventura.
Quien quiera tener más información sobre Rosa Villada puede ir a su página web:
http://webs.ono.com/rosavillada/
Y la de Sergio Bleda, ilustrador, de la que he "cogido prestada" la imagen:
http://trazolineamancha.blogspot.com/
BASES DE PARTICIPACIÓN DEL I CERTAMEN INTERNACIONAL DE LITERATURA HIPERBREVE “EL RIOJA Y LOS 5 SENTIDOS”
Escribir un microrrelato (máx. 25 palabras) sobre lo que os de la gana, aunque obligatoriamente deberá contener en el texto el título de una canción (la que sea). Este ejercicio no me lo he inventado yo, sino que es el que se propone en el programa literario de la 2 "Página2". El que quiera luego enviarlo al concurso que convoca este programa (premio: lote de libros) puede hacerlo en esta dirección http://pagina2.rtve.es/microrrelatos.php Sólo os teneis que dar de alta como usuarios y participar. Cabe la posibilidad que les guste vuestro microrrelato y lo emitan en el programa.

Este jueves 25 de septiembre tenemos nuestra primera cita en la Biblioteca para inaugurar la 2ª temporada del club.
Será a las 7 de la tarde en el lugar de siempre, es decir, la 5ª planta de la biblioteca pública.
En esta primera reunión decidiremos, entre otras cosas, quién se encarga de pedir presupuestos para nuestro primer libro de relatos y quienes serán los próximos dos coordinadores del club.
Nos vemos. Sed puntuales.

Aunque no atinaba a imaginar a qué se referiría aquello con exactitud, intuyó que de alguna forma tenía que estar relacionado con la zozobra que él mismo llevaba experimentando desde hacía meses. Con una extraña lucidez Cándido presintió que allí se le ofrecía el remedio para solucionar el grave problema que le aquejaba, aquella descompensación brutal entre lo que pensaba y lo que sentía, el desequilibrio que le causaba el hecho de que su corazón pesase mil veces más que su cerebro.
Eso fue lo que le impulsó hasta aquella consulta de la calle Princesa. La mujer que lo atendió más que una pitonisa parecía una entrañable ama de casa. Le sirvió café con pastas en la mesa camilla de la trastienda. Después leyó sus manos, y siguió leyendo su rostro, hasta que en el fondo de los ojos de Cándido encontró lo que buscaba, y fue capaz de valorar el desequilibrio que tiraba de él hacia el abismo. Descubrió que existía ella, o mejor dicho, que existía pero lejos, que desde que se fue él caminaba al filo de una cuerda que separaba peligrosamente el placer de mirar el pasado desde las alturas y el peligro de caerse y hacerse añicos. Consideró que el mundo se le torcía a Cándido muchos días porque el órgano rojo que llevaba en el pecho estaba notoriamente descompensado por el peso de la amargura. La hechicera le dijo que si bien no se equivocaba lo suyo tenía remedio. Le prescribió una receta y le entregó un kit completo para equilibrar su corazón de una vez por todas. Así Cándido ataviado con su nueva camiseta donde se leían con letras orondas “Nadie se muere de amor” y un péndulo en el bolsillo derecho, salió a la calle, y caminó por Madrid con cuidado de seguir la línea recta que trazaban las losetas de la acera (era fundamental los primeros días). Mentalmente iba repitiendo como una retahíla las sencillas recomendaciones extendidas en la receta: nada de alcohol ni drogas; la autoestima bien alta; prohibido mirarse el ombligo; usar menos el coche y caminar más; bostezar 33 veces al día; observar a la gente con la que te cruzas e imaginar sus cuerdas flojas…

Cuando llegó a casa se dio cuenta de que llevaba horas sin pensar en Lucía. Para celebrarlo aquella noche cenó un par de huevos fritos con patatas y chorizos. De la hipertensión nadie le había dicho nada.
* FIN *





Como quiera que un humilde servidor cree que cualquiera de nosotros (no sólo el autor original) puede hacer juicios de valor sobre el diseño, atentamente expone:
Jose Arístides
Parece ser que el nuevo diseño del Blog, del que se ha encargado Toñi, ha desencadenado la polémica. Puesto que fui yo quien se encargó de darle vida a este chisme, así como de diseñarlo en origen, creo que soy el más indicado para hacer juicios de valor.